Batalla perdida

La única batalla perdida es aquella que se abandona.

Hueco

Trataba de encontrar el hueco donde encajar.

Y pensar que un mensaje aún pueda afectarme... estoy bastante enfadada conmigo misma

¡Ayudarme!

Anoche cuando dormía, me desperté sobresaltada en medio de una pesadilla, una mujer gimoteaba: "Ayudarme, ayudarme, ayudarme," los latidos de mi corazón eran cada vez más fuertes, algo le ocurría, confundida, no lograba a averiguar de dónde procedía esa voz que cada vez se alzaba más diciendo: "ayudarme, ayudarme."
Se empezaron a oir el ruido de las persianas al subirse en medio de la noche, y los vecinos murmuraban también confusos, mientras ella continuaba: "Miguel Ángel, ayudarme, ayudarme..." me sentí paralizada y aterrorizada, oía a los vecinos hablando pero no lograba identificar sus palabras, no entendía lo que decían...

No era un mal sueño, es la realidad que nos rodea, es la pesadilla que viven muchas personas y que tenemos que parar entre todos. Empecemos a ponernos manos a la obra, pero, ¿de veradad ayudamos lo suficiente?

Sin derecho a sentirse amado, por estar estigmatizado, esposado a su exterior, tratando de escapar de las cadenas que somos todos quienes formamos parte de esto, de esto de juzgar por la carcasa, sin profundizar, ¿para qué perder el tiempo en ir más allá?

Crecer

De todas las personas que pasaron por su vida, aquellas que le hicieron sufrir con mayor intentidad, fueron, al mismo tiempo, las que más le hicieron madurar y crecer como persona y es que como se dice popularmente,"lo que no mata, te hace más fuerte."

La decepción

Recuerdos inventados

Hace unos días, hablando con un familiar me decía: "Sí, el año pasado pasamos en casa Nochevieja..." a lo que yo contestaba: No, el año pasado viniste a casa y estuvimos juntos en Nochevieja... A lo que me contestaba:... pues no me acordaba... Y le dije: bueno, tengo las fotos que hice... te las mandaré.

De esta inocente conversación, pienso en las veces en las que en un evento de mi vida he borrado de mi mente a una persona estaba allí, o en las veces que le he tenido que recordar a algún amigo: ¡oye! yo también estaba allí, ¿no te acuerdas?

Y me planteo...¿No será que nuestra memoria selecciona y descarta a su antojo lo que quiere recordar?

Es posible que todos nuestros recuerdos no sean más que una mezcla entre la realidad y nuestra percepción de la vida.

Puede ser que nuestros recuerdos sean consecuencia de cómo nos sentimos en cada situación y quizá la mente cree, enfatice, idealice o magnifique lo que percibimos y borre sin contemplaciones lo que no le interesa.

Pero entonces, ¿hasta qué punto son fiables nuestros recuerdos? ¿hasta qué punto son verdaderos o son una invención de la mente?