lunes, 26 de febrero de 2007

Agua y limón

Ayer me acordé de ti, tenía una llaga en el labio, e hice lo que siempre me decías cogí agua, exprimí un poco de limón y lo mantuve en la boca. ¡Ay, cómo escocía!, se cayó una lágrima de mi mejilla, pero hoy ya casi ha desaparecido mi herida. Lo mismo ocurrió con la llaga que me dejaste, le eché agua y limón para que sanase antes, y...¡ays, cómo me dolía! pero hoy, ya se cerró mi herida.

2 comentarios:

Noa- dijo...

Un consejo sabio

Gracias por tu paso y tus palabras en mi rincón.

Saludos

Argemís dijo...

Gracias a ti Noa, por dejarnos las letras que nos dejas y por pasarte por aquí.
Un saludo.