viernes, 27 de noviembre de 2009

¡Ayudarme!


Anoche cuando dormía, me desperté sobresaltada en medio de una pesadilla, una mujer gimoteaba: "Ayudarme, ayudarme, ayudarme," los latidos de mi corazón eran cada vez más fuertes, algo le ocurría, confundida, no lograba a averiguar de dónde procedía esa voz que cada vez se alzaba más diciendo: "ayudarme, ayudarme."
Se empezaron a oir el ruido de las persianas al subirse en medio de la noche, y los vecinos murmuraban también confusos, mientras ella continuaba: "Miguel Ángel, ayudarme, ayudarme..." me sentí paralizada y aterrorizada, oía a los vecinos hablando pero no lograba identificar sus palabras, no entendía lo que decían...

No era un mal sueño, es la realidad que nos rodea, es la pesadilla que viven muchas personas y que tenemos que parar entre todos. Empecemos a ponernos manos a la obra, pero, ¿de veradad ayudamos lo suficiente?

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