sábado, 25 de agosto de 2007

Una flor de mi cactus

He de confesar que no entiendo nada de plantas ni de flores, pero me fascina fotografiarlas porque siempre salen hermosas en las fotos.
Una noche de verano de hace algunos años ya, mi cactus empezó a florecer, nunca antes lo había hecho; nos ofreció una bella flor que se mostró con todo su esplendor durante toda una noche; con los primeros rayos de luz, la preciosa flor comenzó a cerrarse lentamente hasta que unos días después, ya cerrada, se cayó con su tallo.
Desde ese verano, todos los meses de agosto florece mi cactus, pero ya no sólo con una flor sino que nos regala decenas de ellas. Bien, pues anoche salió esta flor que os enseño hoy y que esta mañana comenzó a cerrarse. Como todas las flores su existencia es efímera, pero en el caso de las flores del cactus aún más, ya que sólo florecen una noche para irse después.

5 comentarios:

Dejame que te cuente dijo...

Que historia tan bella niña...
No tenia ni ida que las flores ed cactus fueran tan efímeras...
que triste verdad?
la foto es una pasada...esta borrosita y le da un aire magico.....
me encanta...


un besi pa ti
:-)

Argemís dijo...

Gracias Fire guapa. Yo ni siquiera sabía que los cactus tenían flores hasta que al mio le salió aquella primera flor, la única ese verano.
Sí es triste, son tan bonitas...deberían durar más tiempo. Además, de esta historia, me quedo con la metáfora evidente "que solo estamos de paseo por esta vida," igual que la flor y tenemos que aprovecharla.
Es cierto está borrosita, retoqué la foto intencionadamente ;o)
Otro besi pa ti.

Anónimo dijo...

¿Pero sabéis?
La belleza siempre es efífera.

Besos.

Argemís dijo...

Sí y es una pena que esta sea tan efímera.
Besos.

Tere dijo...

No veo tu cactus, pero seguramente sea un echinopsis. Sus flores solo duran una noche. En su tierra hace tanto calor que de día no duraría y por eso tienen una vida tan breve. Se abren, son polinizadas por insectos nocturnos y mueren. Saludos!